El próximo martes 18 de octubre tendrá lugar la II Olimpiada Roja Universitaria en la Rioja. Esto, dicho así, poco o nada hace indicar a los que nunca hayan oído hablar de esta iniciativa, que tras ella se esconda, en realidad, un acto que guarda relación con la gastronomía. Y menos aún si dijéramos que al rojo, en este caso, no se hace referencia como color de los tomates, ni de los pimientos morrones, sino como color de la sangre. Pero así es, ya que la mencionada olimpiada no es otra cosa que una cita en la que el objetivo será captar la mayor cantidad de sangre de los donantes que decidan prestarte a ello. A cambio, la organización agasajará a los voluntarios con una tapa elaborada por un chef que luce en su palmarés una estrella michelín: Francis Paniego.
La II Olimpiada Roja viene respaldada por el éxito de la primera edición, celebrada la pasada primavera en las instalaciones de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de La Rioja. En aquella ocasión se realizaron extracciones a 115 jóvenes universitarios, con las que se obtuvieron 98 unidades de sangre, utilizándose igualmente las tapas de alta cocina como reclamo.
Aunque todos aceptamos el poder de seducción de la comida, es evidente que la gastronomía, en el caso de la Olimpiada Roja, cumple más la función de gancho para la difusión del evento, que la de elemento de persuasión por la vía de lo gustativo. A priori, será el espíritu solidario y desinteresado de los estudiantes, un colectivo especialmente idealista y más sensible a este tipo de iniciativas, y no las ganas de darle un capricho al paladar con la creación de un chef de prestigio en forma de tapa, lo que empujará a los jóvenes a donar su sangre en esta segunda edición de la Olimpiada, organizada por ADONAR (Asociación de Donantes de Sangre, Órganos y Tejidos de La Rioja). No obstante, siempre habrá algún gourmand capaz de donar un poco de su sangre por una tapa de alta cocina.
Bajo el slogan «Tu asignatura pendiente», la II Olimpiada Roja tendrá lugar el 18 de octubre en doble sesión de mañana y tarde: de 9.00 a 14.00 horas y de 15.00 a 21.00 horas. Ambas en el Edificio Politécnico de la Escuela de Ingeniería. Por cierto, el cartel anunciador del evento, con Drácula bailando junto a una lluvia de sangre, y una mención a la tapa de Francis Paniego como «refrigerio de lujo», no tiene desperdicio.