El martes fue el día mundial del vegano, o sea, el día de aquellas personas que han decido que sus vidas conlleven el menor sufrimiento posible a todos los seres vivos y, para ello, no dudan en no comer ni utilizar nada que tenga su origen o haya causado sufrimiento a los animales.
Gracias a esta celebración, recordé que me había quedado con las ganas de preparar esta receta de champiñones en vinagre, al ver un comentario de en el post que escribió Mikel Iturriaga titulado «los boquerones en vinagre perfectos«. En el comentario se indicaba un enlace al blog «Vegetal y tal«, y en él, la persona que lo escribía decía que eran una opción perfecta para tomar «unos boquerones en vinagre» pero sin boquerones.
Y claro, yo que no soy vegetariana, pero he reducido drásticamente mi consumo de carne y pescados en los últimos años y he aumentado todo lo posible el de frutas y verduras, me quedé con la intriga de saber si verdaderamente los champiñones en vinagre sabían igual o no que los boquerones que tanto me gustan.
Veredicto, culpables, los champiñones en vinagre son muy muy parecidos a los boquerones en vinagre, eso sí, con un toque más profundo a vinagre, ya que lo chupan que da gusto. Por eso a los que os gustan los boquerones en vinagre, estoy segura que esta receta no os va a defraudar, ya que, además de estar muy muy rica, es muchísimo más sencilla de preparar que los boquerones y más barata… Buen provecho.
Ingredientes para dos personas:
Champiñones bien cerrados y blancos (unos 250 gr.)
Vinagre cantidad necesaria (si te gusta mucho el sabor a vinagre, usa uno de vino normal, si te gusta más suave, usa de sidra o de jerez)
Aceite al gusto
Ajo (entre 2 y 4, según gustos y sabor del ajo)
Perejil picado al gusto
Sal al gusto
Elaboración de los champiñones en vinagre:
1- Se limpian bien los champiñones, quitando todo rastro de tierra.
2- Se cortan en rodajas de unos 2-3 milímetros de grosor, intentando mantener más o menos el espesor en todas ellas (aunque tampoco hay que obsesionarse con ello).
3- Se colocan en capas en una fuente grande, sazonando ente capa y capa al gusto. Se cubren con el vinagre elegido y se les pone un peso encima para que se hundan, ya que suelen flotar.
4- Lo dejamos reposar entre 10 y 20 minutos, dependiendo del sabor a vinagre que quieras darle y el espesor del corte. Pasado ese tiempo, los escurrimos bien, achuchándolos un poco para que suelten el esceso de vinagre que hayan chupado.
5- Hacemos un picadillo de ajo, perejil y aceite de oliva virgen (puedes prepararlo en el mortero o picarlo con el cuchillo) y regamos con él los champiñones. Los mezclamos un poco y dejamos que se tomen como mínimo 4 horas tapados con papel film o con una tapadera… Deliciosos para comer con patatas fritas o simplemente como un aperitivo delicioso.
Qué buena aportación. Me ha encantado saber que hay una opción a los boquerones en vinagre muchísimo más sencilla. Tengo que decir que estaban deliciosos, eso si, te tiene que gustar el vinagre, porque están fuertes… Fuertes pero muy muy ricos.
Que delicia!
Lo son, igual que los lectores como tú, los que que entran en el blog, disfrutan con lo que ven y leen, y comparten sus impresiones con nosotros y con el resto del mundo. ¡Un saludo Marcelina!
Así no los he probado, pero me guardo la receta. Tengo una bandeja de champis en la nevera. Mañana los hago!
Los he hecho!! Saben casi igual, de verdad! Pero cojen mucho más que el boquerón el sabor del vinagre, así que no hay que pasarse.
Me alegro que estemos de acuerdo en que tienen un sabor muy parecido al de los boquerones, pero sí, si los haces con un vinagre fuerte el sabor puede ser demasiado, jejeje.
Gracias por tu comentario Almudena.